Navidad con Identidad
Santa Claus no fué la primera figura navideña en obsequiar a los más pequeños con regalos el día de Navidad. Ante imposiciones globales teñidas de mensajes consumistas y ajenas a nuestras tradiciones, queremos recordar a nuestros personajes propios:
Olentzero, Olantzaro u Olentzaro es un personaje navarro de la tradición navideña vasca. Se trata de un carbonero mitológico que trae los regalos el día de Navidad en los hogares de Euskal Herria (País Vasco, Navarra y País Vasco francés) cuyo origen está en la zona de Lesaka.1
El personaje de el Olentzero es un carbonero que se representa como un hombre grueso, desarrapado, manchado de carbón, de buen comer y borrachín.Su singular característica es que vive aislado de la sociedad dedicado a hacer carbón vegetal en el bosque gustándole comer y beber bien y cada invierno baja de las montañas a los pueblos.
La primera referencia en la historia es con los Fueros Navarros. Según el historiador Isasti de Lezo (XVII), Onenzaroes el nombre recibido por la víspera de Nochebuena.
La hipótesis más extendida es que el origen de Olentzero es anterior a la cristianización de Navarra y que, como indica Claude Labat “el personaje del Olentzero debe ser ubicado dentro de las celebraciones del solsticio de invierno”.
Hay constancia de la existencia en el territorio vasco de la conmemoración del solsticio de invierno y el renacimiento de la naturaleza y del sol. En esta línea, el aspecto desarrapado, descuidado y viejo del personaje simbolizaría el tiempo pasado y su quema, manera habitual en la que terminaba el pasacalles del día de Nochebuena, representa la destrucción de toda relación con el “tiempo viejo” y el recibimiento de un nuevo tiempo.
Desde la representación del “tiempo viejo” hasta la actual encarnación del bonachón carbonero que hace regalos a los niños se ha producido una evolución muy profunda. La mayor parte de la misma se ha realizado en la última parte del siglo XX.
El personaje de leyendas relacionadas con el sincretismo entre la mitología vasca y las tradiciones cristianas locales: un gigante o jentil que se convierte al cristianismo, da paso a las versiones más modernas de un carbonero que vivía en el monte y al que no le gustaban nada los niños. Cuando bajaba al pueblo a vender el carbón los niños se escondían de él. En el siglo XX la figura de Olentzaro incorporó elementos de las tradiciones de Papá Noel-Santa Claus, de los Reyes Magos y del Niño Jesús convirtiéndose en un personaje que el día de Navidad trae regalos a los niños.
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